Orígenes y Futuro de la Alquimia y la Herbolaria

La visión tradicional, el paradigma científico dominante, es que el conocimiento ha evolucionado de cero, es decir, que no sabíamos nada de nuestro entorno y poco a poco fuimos aprendiendo cosas, ciencia y tecnología, lo cual nos ha permitido evolucionar linealmente hasta ahora.

Pero descubrimientos arqueológicos como Göbleki Tepe desafían el paradigma porque se sabe con certeza que dicha construcción megalítica se sitúa entre 9600 y 8200 a.C., es decir, mucho antes de las civilizaciones que pensábamos que eran las primeras (los imperios de la antigua Mesopotamia, ahora parte de Irak) las cuales se datan entre 4500 y 1900 a.C.

Por otro lado, paradigmas como "Primero Clovis", es decir, el consenso científico sobre que el pueblo Clovis representaba a los primeros pobladores de América (con una estimación de aproximadamente hace 11,200 años) se vino abajo con una serie de descubrimientos arqueológicos, comenzando con Monte Verde en Chile y recientemente con el descubrimiento de huellas humanas de hace 23,000 años en el White Sands National Park de Nuevo México, Estados Unidos.

Poco a poco se va reforzando la evidencia que comprueba la hipótesis de Graham Hancock y muchos otros, en el sentido de que la historia y la cultura no es lineal, sino cíclica, derivada de catástrofes recurrentes que suceden en ciertas partes del Gran Año (el recorrido aparente, derivado de la precesión de los Equinoccios, de la Tierra por el firmamento, es decir, por el Zodiaco, con una duración de alrededor de 25,000 años) y que en esas catástrofes el humano ha sobrevivido y por lo tanto también algo de la cultura anterior. 

Actualmente no hay un consenso respecto del origen de estas catástrofes, aunque las dos principales aproximaciones es que son originadas por el impacto de un meteorito o cometa, o bien, de una explosión cíclica (micronova) de nuestro sol o de estrellas cercanas, en ambos casos, originadas por el recorrido del sistema solar a través de la Galaxia o de la órbita de nuestro Sol alrededor de una o unas estrellas compañeras (muy probablemente Sirio A y B, que han sido tan importantes para las culturas antiguas).

Pero lo relevante aquí, para el tema de la Alquimia y la Herbolaria es que se han encontrado rastros de cerveza en las vasijas encontradas en Göbleki Tepe, lo cual demuestra un uso herbolario anterior a lo que pensábamos y aparentemente también un conocimiento sobre metalurgia y transmutación en las civilizaciones más antiguas, como la Egipcia, por poner dos ejemplos, lo cual nos lleva inevitablemente al tema de la tradición. Así mismo, el alquimista más contemporáneo, Fulcanelli, ha escrito sobre el simbolismo de la Cruz de Hendaya, como parte de los misterios de la alquimia; ese simbolismo nos habla de la "doble catástrofe" cíclica, entre otras cosas.

Ahora bien, bajo el paradigma de la historia lineal, lo que importa son los nuevos descubrimientos, realizados conforme al método científico moderno, que nos permite acceder a nuevos conocimientos a partir de hipótesis y comprobaciones experimentales repetibles y auditadas; esto va generando una evolución del conocimiento y es en lo que se basan los grandes avances tecnológicos de nuestra civilización actual.

En cambio, bajo la perspectiva de la historia cíclica, lo que importa es mantener viva y sin alteraciones la tradición, es decir, la idea de que antes de la escritura existía una tradicional oral, basada en los mitos, que utilizaba diversas técnicas nemotécnicas (arte) y cuyo origen es incierto, pero que probablemente venga de civilizaciones anteriores a las catástrofes, o al menos eso es lo que nos dicen las propias tradiciones en sus mitos.

En estas tradiciones (incluso podemos hablar de una sola) se nos transmiten conocimientos útiles respecto a diversas disciplinas, tales como la agricultura, el lenguaje, la arquitectura, la astrología (incluyendo la astronomía), la alquimia (incluyendo la química y la espiritualidad), la herbolaria (como parte de la medicina y la cocina), la magia (y las matemáticas), el arte de la política, etc. 

De ahí que la combinación de los conocimientos científicos modernos con el estudio de la tradición, que no están peleados más que en la mente de los puristas, nos permite ir recuperando no sólo nuestra herencia cultural humana, sino el entendimiento de las causas y una mayor conexión con nuestra conciencia y, por qué no... con la de otras civilizaciones. 

Pero en el tema de los ciclos hay algo más: la idea de una evolución adicional a la material, es decir, la espiritual o de la consciencia. La tradición nos habla no solamente del perfeccionamiento gradual de la materia, en la que la alquimia es la intervención humana para lograrlo de manera acelerada, sino también de que en estos ciclos de cada 25,000 años (del gran año) existen épocas en las que la consciencia del hombre es sujeta de aceleración y evolución (quizás por la cercanía de la estrella compañera del sol); precisamente la época en la que nos encontramos.

Aquí es donde la alquimia y su componente espiritual encajan perfectamente con las tradiciones que hablan de la evolución de la consciencia en esta era de Acuario. No es solamente la doble catástrofe de la que nos habla la Cruz de Hendaya, ni siquiera el fin del mundo, sino la posibilidad de "ascender", de integrarse cada vez más a la unidad de consciencia y evolucionar de manera individual y colectiva. Ese es el futuro de la alquimia.